Como fresca brisa de otoño,
que alivia tu cuerpo cansado.
Como burlón comentario de un trovador,
que te roba varias sonrisas.
Como poesía eterna,
que acelera tu corazón.
Eras el tiempo detenido en un instante,
eras el Sol tapando la Luna,
eras el futuro cargado de anhelos...
Sacabas las palabras más bonitas de mi corazón,
creabas proyectos en mi mente,
y me hacías feliz...
Por momentos solamente deseaba estar contigo,
abrazado,
acortar las distancias...
mirarte, tocarte, besarte...
Eras lo que aún no encuentro,
y, también, todo lo que busco.
Eras consuelo...
Tan sólo eras un sueño...
un bonito sueño...
Dedicado con cariño a Tomás F., un sueño.