El dolor y el enojo se vuelven aliados… se
sientan en la mesa a disfrutar de la “última cena”… fingen ser compinches,
aliados; pero saben que tendrán que luchar para ver cuál de los dos reinará
despóticamente… Uno de los dos triunfará... la derrota será inminente... en la cadena de transacciones alguien saldrá perdiendo. Te sientes como si estuvieras sumergido bajo el agua, intentando por todos los medios respirar una bocanada de aire fresco... entregarías todo por ese aire al cual antes no le dabas importancia... desearías tener una única habilidad: la de manipular el tiempo, sea para retrasarlo, volverlo atrás o detenerlo... Ojalá pudieras, pero es imposible y atarse a imposibles es sinónimo de dolor... Entonces, ¿Ya sabes quién ganará?
Ganará el hambre! jajajaja ;D
ResponderEliminarBesos mentales.
Gana el amor... siempre... tarde o temprano...
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