EL CLUB DE LOS SOÑADORES

martes, 14 de junio de 2011

¿MENSAJES METAFÓRICOS DEL MÁS ALLÁ O DEL MÁS ACÁ?

En estos momentos, cruciales para mi vida, que pueden significar un antes y un después, en el que confluyen un sinnúmero de fuerzas que operan desde la clandestinidad, que digitan decisiones, que traman alianzas y dibujan con precisión cartográfica el destino de muchos… Quienes me leen saben que me encuentro en una encrucijada… que existe la posibilidad de ocupar el cargo con el que soñe toda mi vida, pero que no es algo sencillo, que no basta con ser buena gente, con un poco de materia gris y buenas intenciones… Últimamente aprendí que los justos, los sinceros, los que se comprometen con las cosas, los que se preocupan por el que tienen al lado y no lo ven como un rival al que hay que pisotearle la cabeza, son los ídolos en el “mundo Disney”; pero acá, en esta realidad agobiante que nos toca en suerte, esos son los “boludos”, los que siempre llegan para cuando todos se repartieron la torta, los que hay que usar porque siempre tienen predisposición…
Parece que tengo todo en contra para llegar a ocupar ese cargo, absolutamente todo…  Los dos CEOs, su intención de “acomodar” a su gente, las “mafias corporativas”, la politiquería barata, la gente hipócrita que con una palmadita en el hombro y una sonrisa falsa te dice: “Vos no das para ese cargo”, los infaltables rumores de pasillo, las apuestas clandestinas… y las paredes que no dejan de oír y hablan sin cesar… y como es de esperar con tanta “nube negra” a mi alrededor un súbito sentimiento de decepción, de tristeza y de angustia se apoderó de mí… Por momentos quiero tirar todo a la mierda… dejar de pensar… dejar que ellos hagan su juego, correrme, olvidarme, mirar para otro lado… y en otras ocasiones tengo ganas de que todo sea diferente, junto fuerzas y me propongo enfrentarme con cualquier titán que se me cruce… Lástima que estos arranques de gladiador medieval me duran poco…
La semana pasada uno de los CEOs me comentó en secreto que él está a mi favor, lo cual me llenó de bronca porque no me pareció sincero; me dio la sensación de que estaba preparando el terreno, como si en el fondo de su alma, en un rinconcito muy chiquito, sintiera que capaz que a este flaco pelotudo lo ayuda la suerte y se queda con el cargo a pesar de todo lo que ellos tramaron para que no sea así… La gente así me da asco, la gente que va para donde sopla el viento me retuerce las tripas… Por eso esta charla me puso anímicamente peor de lo que estaba…
Pero eso no es todo… En mi casa han pasado muchas “situaciones” raras, lo que voy a describir como una especie de melodía, como una sucesión de hechos concatenados, uno detrás de otro o muy cercanos en el tiempo… Primero se rompió un caño del cual no paraba de salir agua, el arreglo me salió caro… tres días después se rompió la bomba de agua, un sábado a la noche y estuve hasta el lunes económizando agua, el arreglo me salió carísimo… Luego se prendió fuego el cable que conecta a la bomba con el circuito eléctrico…  Ayer se tapó el desagüe de la ducha y la canilla del baño, el agua brotaba a litros del suelo… y hoy a la tarde, otra situación insólita, estaba ayudando a alguien a resolver algo, un problema que prácticamente no tenía solución, decidimos ir a un lugar, tomamos un camino en vez de otro y nos encontramos con alguien… Ese alguien pasó delante nuestro de manera fortuita… y ese alguien tenía la solución al problema…
Por la noche, mientras volvía a casa en mi bicicleta, con un nudo en la garganta, a punto de largarme a llorar por tanta desdicha, injusticia y mierda que anda dando vuelta; de pronto me acordé de esa última situación… y pensé que tal vez todo esto que me esta sucediendo, esta melodía de eventos desafortunados, sea un mensaje, una metáfora… no sé de quién… no sé de dónde… no sé por qué… Solamente sé que sucedieron por la razón que fuera, sucedieron uno tras otro… y es mucha casualidad junta… Pero todos los hechos me dejaron un mensaje bien claro, bien nítido… El caño, la bomba, el cable, el desagüe, la persona que nos cruzamos… tenían que suceder en ese preciso instante y no en otro… nada podía cambiar el curso de eso que iba a acontecer… Como en ese juego donde hay muchas fichas paradas una detrás de otra, cuando una cae, una onda comienza a tirar a todas las demás…
 “CUANDO LAS COSAS TIENEN QUE SUCEDER NO HAY FUERZA QUE LAS PUEDA DETENER… SI ALGO TIENE QUE SER, VA A SER POR MÁS QUE TODO ESTE EN CONTRA”…