- ¿Quién sos, Nano? - me preguntó y sus palabras resonaron en mi mente una y otra vez... - una caja de sorpresas... nadie sabe a ciencia cierta que hay dentro de esa cabeza y muchos menos de tu corazón...
Inmediatamente intenté dar una respuesta a su pregunta incisiva: - Vos querés saber quién soy? de verdad lo decís? Soy un escritor de best-seller frustrado, que escribe y escribe historias que nadie lee... un poeta que le canta a las penas y que de tantas penas ahoga sus poemas en un mar de angustia... un director de cine invadido por cientos de imágenes a las que no sabe cómo ordenar...
Y cuando apago mi computadora y me enfrento al mundo real, soy lo más parecido a un superheroe... de mí se espera la palabra exacta... la maniobra precisa... la idea genial... siempre esperan de mí más que de los demás, lo que me poné en la mira de todos... Y vivo emparchando corazones rotos... y ayudando a que la gente se sienta mejor y tenga proyectos de nuevo y cultive sueños... y de tanto meterme en la vida ajena, empatizar con sus asuntos, de ayudar a abrir senderos en la oscuridad, me voy olvidando de mi... Y llego a mi casa con la increíble sensación de la nada, de no poder pensar para mí, de no poder hacerme cargo de mis problemas, porque durante todo el día fui demasiado racional, criterioso, analítico para los demás... y uno dejó todo... y ya no hay posibilidad de ser todo eso para uno mismo, entonces las situaciones de mi vida me desbordan... Eso es lo que soy... ¿Te gusta?