EL CLUB DE LOS SOÑADORES

jueves, 16 de enero de 2014

Palabras para una princesa

Si en tu torre de marfil,
te has cansado de esperar.

Si en tu reino,
algunos días lo puebla la oscuridad.

Si en tu castillo,
te pierdes al andar.

Aún no dejes de soñar,
algo cambiará...
ya verás...

Un día cualquiera,
acaso mañana,
llamará a tu puerta ese amor que anhelas.
Y te regalará poemas,
y hará de tus cualidades canciones,
y llenará de flores tus senderos.

Un día cualquiera,
acaso mañana,
brotarán primaveras en tu sala
y lograrás desplegar tus alas.

Y una corte de estrellas,
danzará para ti en el firmamento.

Y juglares burlones,
contarán tus amores.

Y doncellas hermosas,
desearán tu historia.

Y un fornido caballero,
en corcel plateado,
tomará tu mano
y te llevará a recorrer paisajes soñados.

Un día cualquiera,
acaso mañana,
llamará a tu puerta ese amor que anhelas.

Nota: Dedicado a la "Princesa de mi Blog" Belleza negativa... estás palabras son para vos, a modo de agradecimiento por tan bellos y sentidos comentarios... Gracias por tus visitas... Gracias por estar siempre a la distancia... gracias por fabricar palabras para mí... Te mando cientos de abrazos! :)

miércoles, 15 de enero de 2014

La vida siempre continúa...

La vida avanza impávida, imposible detener su marcha; aún después de perder a esas personas que creíamos imprescindibles, aún después de los dolores más intensos, aún después del caos... siempre hay un día después. Casi de manera inercial la vida sigue...

martes, 7 de enero de 2014

Sobre el desamor: Desencontrados

A veces encontramos a la persona perfecta para nosotros, esa que creíamos que no existía; con todo lo que consideramos que debe tener una persona para enamorarnos: sus gestos, su forma de ser, su apariencia física, su sonrisa encantadora, sus modales. Todo, absolutamente todo lo que nos encanta de alguien plasmado en una persona de carne y hueso; y lo tienes delante de tus ojos, es la realidad más palpable. Sin embargo, se ubican en diferentes tiempos, que no tiene que ver con la edad cronológica, sino con el tiempo subjetivo de cada uno (el tiempo de los deseos, de las metas, de los proyectos compartidos, de las ganas de crear un vínculo más allá de una buena noche de placer)... Tal  como si habitaran distintas dimensiones de la misma realidad... o hablaran idiomas disímiles... Desencontrados o, lo que es lo mismo, encontrados a destiempo... como si sus relojes estuviesen desincronizados y marcaran horas diferentes; como si alguien del pasado o del futuro viniera al presente... El uno frente al otro, mirándose pero no reconociéndose, cerca pero sin poder crear un encuentro... a metros de distancia real pero a kilómetros de distancia subjetiva... y la pregunta central es: ¿Algún día nuestros tiempos coincidirán?

Nota: Inspirado en una conversación con Eze M. Gracias por iluminar mi pensamiento.