EL DÍA QUE ME ENAMORÉ DE UN HOMBRECITO VERDE

Fue hace unas semanas atrás, cuando me envió un mensaje por la página web en que Cheyro me había inscripto… Ya nos conocíamos… Ya habíamos charlado antes… Por ello, más que un encuentro fue un reencuentro y desde que volvimos a chatear por MSN me he encariñé demasiado con él y a mi pesar debo confesar que lo quise como si alguna vez nos hubiésemos conocido en persona… No obstante, nunca nos vimos la cara… ni nos dimos la mano… ni nos fundimos en un abrazo… ni siquiera un suave beso en la mejilla… Hoy, quizás, pase delante de mí y no lo reconozca…

Con el correr de los días… Con esas charlas hasta cualquier hora… con esos sueños, proyectos, aventuras, deseos e ilusiones que compartíamos de a ratos… Se volvió muy importante y especial para mí…

Sin embargo, también, con cada día que pasaba se comenzó a alejar cada vez más… Hasta que llegué a la conclusión de que para él era sólo un contacto, que realmente no le interesaba y que no quería tener nada conmigo más allá del chat. Me considero lo suficientemente inteligente como para reconocer cuando una persona no está interesada en mí. Últimamente, nos encontrábamos en el MSN de casualidad y apenas charlábamos, no respondía mis mails, no atiendía su celular cuando lo llamaba... Y lentamente ese sueño de construir una amistad juntos se evaporó. No lo juzgo ni estoy enojado. Lo entiendo puesto que ambos lamentablemente somos seres virtuales que existimos por momentos en un espacio efímero y fugaz denominado Messenger. Tan sólo somos un par de "Hombrecitos verdes" cuyo estado es conectado, desconectado, no disponible, vuelvo enseguida, ausente, ocupado... seres que sacan a relucir sus desdichas, sus angustias, su felicidad, sus sueños, su verdadera esencia en este intersticio al costado del mundo…

Dirán que soy un gran idiota por querer a una fotografía, a unas palabras en un mensaje de texto o a un hombrecito que me hace irradiar de alegría cuando se pone verde. Simplemente buscaba a alguien a quien querer, con quien compartir momentos, salidas, charlas, penas y alegrías... Fui ingenuo, un tonto que creyó que encontraría el verdadero amor en internet. Pensé, soñé con la posibilidad remota de que nos conociéramos y nos convirtiéramos en grandes amigos y algo más… Soy como un mendigo del afecto, siempre estoy buscando que la gente me quiera… Soy de los tontos que creen en las palabras sinceras…en las promesas… en el amor… Soy de los que siempre intentan ver lucecitas de colores ahí donde todos ven oscuridad… iluso, utópico, guardián de sueños… ¡Y me gusta serlo!… Me gusta creer en que mañana será un día mejor, en que el mundo se puede cambiar con el amor, en el poder infinito de las sonrisas, en que la vida puede tomar caminos insólitos e inesperados en cuestión de segundos… SOÑADOR COMPULSIVO…

He decidido dejar atrás esta historia… Cerrar los ojos y mirar para adelante, puesto que aún hay mucho camino para andar… Si en mi pantalla aparece con grandes letras “GAME OVER” solamente significa que tengo que volver a apretar play para comenzar a jugar otra vez, pero con la única diferencia de que ahora tengo más experiencia…

Con el tiempo olvidaré nuestras conversaciones y tan sólo quedará el vago y triste recuerdo de aquella vez que me enamoré de un “Hombrecito Verde”… En fin ¿Quién no se ha enamorado alguna vez de un "hombrecito Verde?