UN JUSTICIERO DE COMICS

A veces creo que escondo debajo de mi piel un justiciero de comics... pienso que ni Imanol ni Mabel (mis jefecitos) sabían con quién se metían, que se dejaron llevar por las apariencias (a decir verdad parezco un pibito pelotudo jejeje), pero que ellos no se imaginaron que los iba a enfrentar, que no iba a agachar la cabeza ante sus injusticias como lo hacían los demás... Por eso me persiguieron, me humillaron, me hicieron quedar hasta cualquier hora, me asignaron las peores tareas, me corrigieron hasta el más mínimo detalle, siempre me encontraban algún defecto en todo lo que hacía... Tuve que tocar todas las puertas, pedir ayuda de mil maneras diferentes, insistir a pesar de que muchas veces la gente me decía "imposible", perseverar hasta el cansancio, seguir adelante en esos momentos donde uno quiere tirar todo por la borda... no me detuve... no bajé los brazos... solamente SOÑÉ con que un día la justicia llegaría, un día en que ellos pagarían con creces todo el mal que me estaban haciendo... y ese día finalmente llegó...

Hoy por la mañana un despacho de la Dirección Suprema anunciaba que a Imanol y Mabel los removían de un par de cargos que cobraban sin trabajar... Cuando Imanol leyó la primera línea se desmayó sobre un sillón y Mabel lo abanicaba con una hoja de palmera que tienen de adorno en su oficina... De a ratos Imanol volvía en sí y exclamaba: - Decime que no es verdad...- y Mabel asentía, entonces él se volvía a desmayar, mientras se tocaba el pecho y respiraba agitado... Y como parecía que se estaba muriendo de un infarto Mabel se asustó y salió gritando desaforada al pasillo central a pedir auxilio. Ahí corrimos todos y lo vimos a Imanol con un ataque como de posesión demoníaca... Mabel entró deprisa a la oficina... tan deprisa que se chocó la máquina expendedora de café que Imanol nos había pedido que guardásemos en su oficina (porque decía que le tomábamos todo el café y que estando dentro de su oficina tendría control sobre ella)jejeje ¡Mala decisión! la máquina cayó encima suyo, mojándolo con casi cinco litros de café (que afortunadamente estaba frío porque habíamos tenido que desenchufarla para trasladarla)... jejeje y parece que el café es mágico porque se recuperó del ataque... Pero preso de una ira incontrolable se avalanzó sobre el cuello de Mabel... jejeje... y tuvimos que entrar a separarlos, claro que después de dejar que se dieran unos cuántos golpes... y de tanto golpe que se dieron a Imanol se le despegó la peluca (WOW ¡Usa peluca! Quedamos boquiabiertos... jejeje)... Imanol, de la bronca y la verguenza le pisó el sombrerito hongo que tenía Mabel... y se fue corriendo de la oficina mientras ella se levantaba del suelo y exclamaba: - !Inútiles dejen de mirar y ayudenme!- y en ese momento casi casi por casualidad(bueno en realidad por intervención de una mano desconocida jejej) un vaso de leche le cayó encima a Mabel... jejeje

Y así fue como entre leche y café, entre azúcar y edulcorante... Mabel e Imanol descubrieron que no eran intocables, que todo el mal que uno hace tarde o temprano se paga...