Conversando con Ili

Después de lo ocurrido con Psiquis necesitaba hablar con alguien, descargarme a través de la palabra y olvidarme de esa situación... De algo estaba por demás seguro, Psiquis me habia echo la cruz de sal (jejeje) y si antes me tenía entre ceja y ceja, ahora debe haber fabricado un muñequito vudú al cual le ha clavado infinidad de agujas o, peor aún, debe tener una fotografía mía colgada en la pared del living de su casa a la cual le tira dardos cuando está aburrida... Si antes estaba en la entrada al infierno, ahora estoy ardiendo en llamas y satanás me corre con su Horquilla...
A alguien tenía que contarle y mis confidentes estaban con sus temas, demasiados ocupados para oír mis problemas: Ernesto seguía en la pileta de aguas termales del spa de Córdoba... Cheyro me llamó anoche diciendo que había encontrado su lugar en el mundo, que se iba a quedar a vivir en palermo Soho, que había hablado con el padre y estaba buscando departamento... Eso significa que con él no podía contar en el lapso de las dos semanas siguientes (Aclaro que ese es el tiempo que suelen durarle a Cheyro "sus lugares en el mundo", desde que lo conozco ha encontrado fácil como 432)... en fin necesitaba desesperadamente hablar con alguien y entonces pensé en Ili... Es un poco ingenua y a veces hace comentarios fuera de lugar; para describirla lo más fielmente podría decir que es como una revista "Para ti" ambulante (sabe de modas, de cómo combinar colores, de lo que se va a usar esta temporada y las dos que le siguen, entiende de Feng Shui, cura el empacho y el mal de ojos, tira las cartas, lee la borra del café, cocina unos brownies exquisitos y un largo etc.) Pero en fin es una buena amiga... y siempre me escucha...
Ili era la adecuada; así que por la mañana, antes de que entráramos la espere llegar y conversamos un ratito...
Ili llegó empapada, despotricando contra el tiempo, traía un paraguas enorme como una sombrilla, de color verde y floreado... Cuando quiso entrar al edificio no pudo cerrarlo, se ve que se le había trabado y eso me causó tanta gracia que me largué una carcajada... Ella me vió y exclamó: "¡De qué te reías estúpido! podrías venir a ayudarme..." y mientras forcejeaba con el paraguas se mojaba aún más. Llovió solamente 10 minutos, después escanpó bastante, pero Ili tuvo la mala suerte de que la única nube que había en el cielo descargara toda su agua sobre ella. Finalmente, a fuerza de pelearse con el paraguas (y con el tipo de la entrada que le decía que por favor no mojara el hall, ingresó chorreando litros de agua por el pasillo central y se diriguió al baño... El de la puerta balbuceó un insulto y ella lo miró tan fijo que se tragó sus palabras de prepo... Se metió al baño de damas a arreglarse y secarse un poco, yo permanecí en la puerta, la cual estaba abierta... Ili me miró y dijo: "cómo estamos hoy... ¿Qué pasó? Te escucho" ... Y qué iba a pasar, no había podido pegar un ojo en toda la noche por el quilombo con Psiquis... Comencé a contarle con mucha ansiedad, mientras ella había desplegado un set de cosméticos (cremas, lápiz labial, delineador, pinturas de cientos de colores, etc.), toallas de papel, un secador de pelo, 2 peines, un cepillo con cerdas gruesas... y en cuestión de segundos Ili montó un centro de cosmética y belleza en el baño público... Quedé impactado porque no lograba comprender en qué lugar de su cartera guardaba tantas cosas...
En fin, ella comenzó a "producirse" y yo a contarle mi tema en un tono en el que solamente los dos escuchásemos (lo único que me faltaba era que Psiquis o Imanol anduvieran dando vueltas por ahí y me escucharan... eso sería un vuelo sin escala a la hoguera jeje)
Estaba a punto de contarle una de las contestaciones de Psiquis cuando a Ili se le incendió el secador de pelo en la manos y el enchufe sacó chispas de todos colores... Ili tiró el aparato al piso y exclamó: "¿Ahora con qué me voy a secar el pelo?" La miré atónito pensando que casi se había quedado electrocutada y lo único que se le ocurría decir era eso... Jeje Inmediatamente metió su cabeza debajo del secamanos y lo enccendió... Y ahí perdí toda posibilidad de habla... Ella me decía desde abajo: "Te escucho igual, seguí..." mientras su cabellera danzaba por efecto del aire caliente que despedía la máquina...
Obviamente, noté que no era el mejor momento para conversar, así que le dije que lo dejábamos para después... y me fuí con mi canción para otro lado... jeje...