SORPRESAS, SORPRESAS TE DA LA VIDA...

Hoy mi teléfono celular sonó a las 8.40 A.M... Tenía pensado dormir hasta cualquier hora... pero mis planes fueron frustrados por aquel maldito aparatito... y por mi amiga Ileana que estaba del otro lado de la línea... Semidormido escuchaba que Ili hablaba de tres millones de cuestiones diferentes que no recuerdo ahora... y luego de finalizar todo un discurso de ocasión me dijo que se había enterado por una amiga de una amiga suya que a su vez tiene un amigo que es amigo de Benjamín... que Benjamín partía a retomar sus estudios en Buenos Aires esta misma mañana a las 10 A.M... Eso me despertó... fue como si me echaran un balde de agua helada recién sacada de algún glaciar antártico... ¿Qué podía hacer? Nada diría cualquier persona que conserva su sano juicio... pero yo tenía que hacer algo, así que me vestí como pude... me peiné con las manos... Tomé mi bicicleta y salí...

Entré en la terminal de ómnibus, comencé a buscarlo y me topé con la persona que jamás hubiese deseado volver a encontrar: Tomás, que estaba sentado en el bar, desayunando... Tuve miedo de que me viera,por mí, por Benjamín y, además, no tenía la más mínima gana de hablarle o saludarlo, por ello me escabullí entre la gente y salí hacia las plataformas... Allí permanecí un rato esperando hasta que Benjamín apareció, entonces me oculté detrás de una columna y simplemente lo observé aguardando el micro con su bolso colgado en el hombro.

Allí comprendí que ese Benjamín, el que se estaba yendo rumbo a algún lugar, no era el que había conocido. Ese otro se había ido hacía ya mucho tiempo y yo no me había percatado de ello... Pero ahora me estaba convenciendo... éste otro en nada se parecía al Benjamín que me buscaba todas las tardes cuando tenía un rato libre, con el cual me pasaba horas charlando, el que me había contado innumerables secretos, el que confiaba en mí y que de alguna manera me apreciaba.... éste se estaba yendo sin siquiera avisarme, sin siquiera saludar... Eso evidencia que en su vida no significo absolutamente nada...

Desde hacía varios meses Benjamín había cambiado su actitud hacia mí, su forma de tratarme, prácticamente me había borrado de su vida... pero yo prefería negarlo... quedarme aferrado a los recuerdos... Amaba demasiado a ese chico como para aceptar la posibilidad de que hubiese dejado de quererme...

Y se marchó... Y algunas lágrimas cayeron de mis ojos... Y la realidad con todo su peso me cayó encima, como una tonelada de ladrillos... Una nueva herida de guerra jejeje... es inevitable los platos siempre se le rompen a quien los lava... y en el amor es igual... los que se enamoran corren el riesgo de salir heridos... pero es hermoso estar enamorado... y es un riesgo que vale la pena asumir... Ahora es tiempo de "barajar y dar de nuevo"... jejeje ver que nuevas historias nos depara el destino...

Empecé a caminar para irme... Miré el micro que estaba maniobrando para salir... Lo ví a Benjamín sentado del lado de la ventanilla... Él me vió... y la vida tiene sorpresas maravillosas... Esa magia que siempre está flotando por los aires... Benjamín me saludaba como un loco... agitaba ambas manos... y decía cosas que no podía oír... Maldidije a las ventanas de los micros de larga distancia porque no se pueden abrir jejejeje... y bendije al teléfono celular puesto que Benjamín me mandó un mensaje diciendo: "Gracias! Nos vemos pronto" jejeje Sorpresas... Sorpresas te da la vida!

Feliz como un niño al que le regalaron una golosina salí a buscar mi bicicleta... Loco de alegría como un poeta al que se le ocurrió una nueva poesía... y me topé cara a cara con Tomás... de pronto, todo se oscureció de golpe... No tenía escapatoria, lo tenía a unos metros no más... así que respiré hondo, lo saludé distantemente e intenté esquivarlo, pero él me tomó de un brazo y volvió a pedir perdón... a suplicar por ayuda... a decir que no tenía a nadie en el mundo... Me dolió mucho, sin embargo se lo escupí en la cara como lo haría el ser más maldito de la tierra:- Ese no es asunto mío... Arreglate vos como puedas y a mí no me rompas las pelotas... Cuando te dí todo te cagaste en mí y ahora que se te terminó la fiesta, que tus amigos que te veneraban te dejaron en banda, que de golpe te diste cuenta que para ser la estrella de la noche se necesita más que una cara bonita... ¿Ahora me venís a buscar? ¡Andá a cagar!...- y el monstruo se tragó cada una de mis palabras... aunque no le causé ningún daño, porque para ello se necesita tener un alma... Y Tomás la vendió hace algún tiempo en un mercado persa...